Monthly Newspaper • DIOCESE OF BRIDGEPORT

Amanecer y Atardecer con Cristo

Cristo alegría del mundo, resplandor de la gloria del Padre. ¡Bendita la Mañana que anuncia tu esplendor al universo! (Del Himno de las Laudes Domingo XV del tiempo ordinario).

El pasado domingo 14 de julio de 2018 la parroquia Santa María en Bridgeport vivió una experiencia única que le permitió unificarse con la naturaleza en oración. Amanecer y Atardecer con Cristo fue una idea que me surgió en mi tiempo como vicario en la parroquia Santa María en Greenwich y que durante los 5 años que estuve trabajando con la comunidad hispana lo realizamos en el Bruce Park y siempre fue un éxito total. Al pasar de los años no había podido volver a realizar este retiro de todo un día por diferentes circunstancias. Este año 2018, luego de ya tener tres años como párroco en Santa María en Bridgeport, me aventure a realizar esta experiencia de Dios, pero a otro nivel. Esta vez Dios decidió llevarnos a otros lugares, mucho mas amplios y hermosos, así llegamos hasta Litchfield, Connecticut, a la gruta de Lourdes guiada por los Padres de los Misioneros de Montfort.

De principio solo esperábamos unas 100 personas y pensábamos que no iban a responder muchos por ser tiempo de verano y por muchas familias estar de vacaciones, pero que equivocados estábamos. Lo que para el hombre es imposible para Dios no lo es. Gracias a Dios tuvimos la asistencia de casi 300 personas de diferentes parroquias de Bridgeport, Norwalk, Stamford, New York y hasta Hartford, fue una bendición total. El día fue hermoso y pudimos compartir la palabra de Dios, comer juntos, orar juntos, cantar juntos y bendecir al Señor juntos, todos como hermanos y hermanas alabando a Dios en toda la creación. A pesar de la humedad, nuestro Dios nos bendijo con un gran Sol y sombra y terminamos el día con la Santa Eucaristía, desde las 8 am hasta las 6 de la tarde, fue una absoluta bendición.

De mas esta decir que Dios estuvo con nosotros a cada instante y damos gracias porque tuvimos la oportunidad de compartir nuestro tiempo, talento y tesoro, desde las personas que ayudaron con el desayuno y almuerzo, hasta los que cooperaron con el rezo del rosario, limpieza y hasta la música. Doy gracias a nuestro creador Dios Todopoderoso que nos acompañó de principio a fin, gracias a Él todo quedo según su voluntad. Esperamos que el próximo ano, si Dios lo permite, podamos volver a realizar este retiro guiados por el Espíritu Santo y María Santísima.